Turismo: Una industria que nunca duerme

El Perú es un país inminentemente turístico. Posee un legado cultural muy rico y una naturaleza impresionante que ubica a la actividad turística entre los Top 4 de la industria nacional, después de la minería, la pesca y el agro. Las cifras hablan por sí mismas: representa más de un millón de empleos directos e indirectos y aporta aproximadamente el 4% al PBI nacional, lo cual significa un aporte de millones de dólares en divisas para el país.

Es una industria sin chimenea y un sector inminentemente de servicios que involucra a muchísimas personas, hoteles, líneas aéreas, restaurantes, tiendas, artesanías, etc. En definitiva, es un sector con mucho potencial de generación de empleo.

Es por ello que el turismo en el Perú requiere ser potenciado para ubicarlo entre las dos primeras industrias, a través de ciertas medidas que deben ser promovidas desde el sector público con el aporte del sector privado y que deben estar dirigidas a mejorar la conectividad e infraestructura, que son aspectos fundamentales cuando hablamos de desarrollar e incrementar el número de turistas.

Debemos también prestar atención a los servicios complementarios como por ejemplo los restaurantes, tiendas, además de otros servicios dentro de los destinos y; debemos mejorar la calidad de los mismos. Y es que, el turismo es una industria que nunca duerme y va evolucionando todo el tiempo porque el turista, nuestro target, va cambiando. Mientras más sepamos de él, más eficientes seremos para encontrar las herramientas que permitan atraerlo al destino Perú.

¿Cuáles son los retos para convertir al Perú en uno de los referentes turísticos mundiales? Como ya lo hemos mencionado, en primer lugar necesitamos infraestructura. Tenemos una capacidad hotelera instalada que debe desarrollarse para atraer flujos de turistas no solo a Lima, sino a Cuzco, Arequipa, a las ciudades soportes de la Ruta Moche como son Chiclayo y Trujillo, las ciudades del norte del Perú donde están las playas, y las ciudades de la selva. En segundo lugar, la conectividad. Actualmente tenemos un Aeropuerto Internacional que está saturado y presenta desventajas con  respecto de algunos hubs de la región ya que no tenemos como asumir espacios para nuevas frecuencias. Por lo tanto, urge la construcción de la segunda pista para que haya más aerolíneas y más frecuencias de viajes al Perú y a las principales ciudades a nivel nacional. También es importante mencionar la necesidad de una vía alterna a la Carretera Central para ahorrar los tiempos hacia el centro del país.

Ante esta problemática, es necesario que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) coordine con los demás sectores, gobiernos regionales y municipios para impulsar decididamente que se ejecuten las obras, y se impulse el acompañamiento a la inversión privada. El Gobierno debe ser el gran promotor de las inversiones en infraestructura turística y servicios complementarios. Es fundamental, además, repotenciar las campañas de Promperú en el exterior y a nivel nacional.

Si queremos que el sector turismo sea más competitivo debemos tener una mirada integral de la industria. Debe impulsarse: infraestructura, promoción de inversiones, promoción turística y capacitación a los profesionales de turismo. En este gran reto, confío que se concreten las intenciones y promesas anunciadas por el Presidente Kuczynski de hacer del turismo uno de los pilares fundamentales de su gobierno, se hagan las inversiones necesarias de parte de las diferentes instancias del gobierno y se trabaje de la mano con el sector privado, ya que este esfuerzo debe darse de manera colaborativa. Hoy el Turismo es una industria que ocupa un lugar preponderante en la economía peruana pero podría ser mejor. El momento de apostar es ahora.